Los “mellos”, cuyo caso fue reportado en El Nacional el 22 de julio de 1996 cuando tenían ocho meses de edad por la notable diferencia de color de piel que tenían, volvieron a ser noticia ayer por el reporte del miércoles de un caso similar en Alemania.
De acuerdo a reportes de la prensa pocas veces mellizos nacen con diferente color de piel.
El que tiene mayores dificultades para memorizar datos simples es el “morenito”, Angelo, quien también es más tranquilo y calculador que su mellizo Angeni Arias Díaz, “el blanquito”. Desde bebés la diferencia en los temperamentos fue notable, ya que el reporte del periodista Geomar García indica que Angeni era el más activo de los dos y que reclamaba con más insistencia cuando tenía hambre o simplemente tenía ganas de jugar.
Pero a pesar de las precariedades, los mellos son dos niños como cualquiera del populoso sector Villa Consuelo, pues no dejan de soñar. Angeni cuando crezca quiere ser boxeador o pelotero, dice que le encanta jugar a la pelea y practicar pelota. Ángelo quiere ser bombero.
Angeni dice que él y su hermano ya tienen novias. Se trata de otra pareja de mellizas. Aunque esa versión no pudo ser confirmada con su hermano, quien para responder a la pregunta de los reporteros miró a su mellizo y apenas asintió con la cabeza.
Son los únicos mellizos, entre 10 hermanos. Por parte de madre tienen seis hermanos y de parte de padre, dos. Sus progenitores se separaron hace muchos años y cada uno tuvo más hijos. Su padre trabaja en mantenimiento en la Marina de Guerra y su madre está desempleada.
Pese a la insistencia de los reporteros de El Nacional, fue imposible contactar a la mamá de los mellos, Rosa Isabel Díaz. Se supo que también vive en Villa Consuelo.
Ambos niños ya trabajan, Angeni como ayudante en una tapicería y Angelo en un taller de radiadores.
Viven en calle Máximo Grullón 22, Villa Consuelo. El 8 de octubre cumplen 13 años.
La vida no ha sido nada pródiga para ellos.
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